Los comienzos del siglo XXI se han caracterizado por la abundancia de fuentes electrónicas biomédicas. La irrupción de Internet en las ciencias de la salud ha favorecido el acceso, promoviendo la aparición de nuevos recursos electrónicos que contienen información altamente actualizada.
Recientemente, un estudio publicado en la revista Journal of Surgical Education 2015; 72(2): 316-320 realizó una encuesta online para estudiantes de medicina y médicos residentes en la que indagaba respecto de sus fuentes favoritas de información médica.
La encuesta contenía 254 preguntas que reflejaban situaciones que los alumnos y residentes deben enfrentar diariamente. Los cinco recursos electrónicos más citados por los participantes (Uptodate, Google, Medscape, Wikipedia y Epocrates) fueron luego evaluados por los investigadores en cuanto a su capacidad para responder a las consultas con precisión. La encuesta fue respondida por 39 estudiantes y 34 residentes. Los resultados informaron de una amplia variedad de fuentes electrónicas utilizadas, las conclusiones también arrojaron que los libros de texto tradicionales son empleados para el análisis más profundo y extenso, y que los recursos electrónicos más bien se utilizan para decisiones clínicas de respuesta inmediata y referencias de medicamentos.
Aunque los libros impresos no han sido totalmente sustituidos, más de la mitad de los estudiantes de medicina y casi la mitad de los residentes prefirieron fuentes de información vía web. Sin embargo, las fuentes electrónicas más utilizadas fallaron en responder interrogantes clínicas en más de la mitad de los casos y tuvieron una alta tasa de inexactitud en la información. Esto demuestra la cautela que los alumnos y residentes deberían tener al seleccionar determinadas fuentes ya que por lo general no son revisadas por expertos, lo que sugiere además que se debe mejorar la capacidad de discernir sobre la confiabilidad de un sitio web.
La actual generación de estudiantes y residentes depende mucho de la tecnología y del acceso remoto a información. Esto es de interés para la educación médica y para las escuelas de medicina. Con esta visión, paulatinamente se debería incorporar a los programas formativos de estudiantes y profesionales, el uso riguroso de tecnologías y fuentes con el objetivo de acceder a información biomédica de calidad.
Una manera de garantizar la confiabilidad de la información biomédica contenida en un sitio web, es que dicho sitio cuente con acreditaciones en esa materia. Por ejemplo, nuestro portal SAVALnet se somete a estrictos códigos internacionales para Sitios con información y servicios médico-sanitarios, y cuenta con tres certificaciones: Web Médica Acreditada, HONcode y Web de Interés Sanitario. En nuestro portal se reseñan únicamente publicaciones científicas validadas, de modo que el usuario puede estar seguro de la calidad de la información.