Dormir poco o mal puede derivar en complicaciones de salud. La OMS ya considera como epidemia de salud pública los problemas de sueño, que pueden derivar en trastornos neurológicos y cardiovasculares.
El sueño es una necesidad biológica. Nos permite restablecer las funciones físicas y mentales.
No descansar bien o hacerlo en malas condiciones puede tener consecuencias negativas y originar desequilibrios en el sistema hormonal, provocando afecciones de tipo metabólicas como propensión a la obesidad, fallos en la consolidación de la memoria, del razonamiento o aumentar el riesgo de sufrir accidentes, entre otras [1].
Más allá de sus implicaciones directas para la salud, el sueño también tiene un papel importante en la seguridad, dado que los incidentes relacionados pueden generar lesiones o la muerte. La conducción somnolienta puede estar involucrada en al menos el 21% de los accidentes fatales [2].
El hábito de dormir y descansar está infravalorado. Sin embargo, es clave para el buen funcionamiento del organismo y son precisamente esos momentos los que nuestro cuerpo necesita para regenerarse, recuperar energía y, sobre todo, para garantizarnos un buen estado de salud. Prácticas saludables como dormir, alimentarnos bien, movernos, tener contacto social de calidad y disfrutar de la vida son pasos que vamos dando hacía el cuidado de la salud integral y un envejecimiento saludable.
La higiene del sueño consiste en recomendaciones sencillas y de sentido común, que consideran acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluidos los fines de semana, dormir en una habitación oscura con temperatura agradable, evitar las bebidas con cafeína en la noche, hacer ejercicio durante el día, y participar en actividades relajantes cerca de la hora de acostarse.
Los médicos tienen la oportunidad con cada paciente de preguntar sobre los hábitos de sueño y aconsejarlos sobre la buena salud del sueño. Al abordar directamente su pérdida o carencia, la interrupción circadiana y los trastornos del sueño generalizados, se puede mejorar la salud y la seguridad en la sociedad.
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Referencias:
[1] Tasali E. “Effect of Sleep Extension on Objectively Assessed Energy Intake Among Adults With Overweight in Real-life Settings: A Randomized Clinical Trial” JAMA Intern Med Feb 7;e218098. (2022).
[2] Rosekind M. “Good Sleep, Better Life-Enhancing Health and Safety With Optimal Sleep”. JAMA Intern Med. Feb 7 (2022).
