El incremento de la grasa corporal en personas con sobrepeso y obesidad conlleva numerosos riesgos cardiovasculares. Estos incluyen hipertensión, hiperlipidemia, diabetes mellitus tipo 2, y enfermedad cardíaca aterosclerótica. Estas complicaciones, a su vez, aumentan tanto la morbilidad como la mortalidad, especialmente en la población adulta. En consecuencia, el elevado riesgo cardiovascular asociado con la obesidad es un problema de salud pública, y las estrategias de mitigación y prevención buscan reducir las tasas de estas enfermedades.
Múltiples investigaciones han sugerido una conexión entre la acumulación de adiposidad corporal y un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, así como de otros trastornos neurológicos. Las implicaciones que tiene el tejido graso corporal para la salud pública se extienden más allá de las consideraciones cardiovasculares y afectan la salud cerebral.
Por lo tanto, el objetivo de este estudio fue investigar la asociación entre la grasa visceral, subcutánea, y la estructura cerebral, en imágenes de resonancia magnética en una gran muestra transversal de individuos a lo largo de su vida. La hipótesis planteada fue que la grasa visceral y subcutánea estarían relacionadas con un menor volumen cerebral, convirtiéndose en un biomarcador de neurodegeneración.
A un total de 10.001 participantes sanos, de EE. UU. y Canadá, se les realizó una resonancia magnética de 1,5 T. Con este examen obtuvieron 96 regiones del cerebro, que incluían modelos separados segmentados de grasa abdominal visceral y subcutánea. Se evaluaron los análisis de regresión de tipos de grasa abdominal y volúmenes cerebrales normalizados, controlando la edad y sexo. Los modelos de regresión logística determinaron el riesgo de pérdida de volumen total de materia gris y blanca. Esta cohorte tuvo una edad promedio de 52,9 ± 13,1 años con 52,8% hombres y 47,2% mujeres.
La grasa abdominal visceral segmentada predijo volúmenes reducidos en múltiples regiones del cerebro, incluyendo: volumen total de materia gris y materia blanca, hipocampo, corteza frontal, lóbulos temporales, parietales y occipitales. El aumento de grasa visceral mostró volúmenes cerebrales más bajos en mujeres que en hombres. Tanto la grasa visceral como la subcutánea elevada, predijeron un mayor riesgo de disminución de volumen cerebral.
En conclusión, este trabajo proporciona evidencia de una asociación entre los niveles altos de grasa visceral y subcutánea con volúmenes cerebrales reducidos, particularmente aquellos relacionados con la función cognitiva. Esto sugiere que la grasa visceral podría desempeñar un papel en el deterioro cognitivo y el riesgo de demencia, a través de mecanismos relacionados con la inflamación. Se deberían realizar más investigaciones para dilucidar mejor los mecanismos subyacentes y descubrir posibles intervenciones dirigidas a la reducción de la grasa abdominal, como estrategia para mantener la salud cerebral y la funcionalidad cognitiva.
Referencia:
DOI: 10.14336/AD.2023.0820