Una comunicación fluida y veraz entre médico y paciente resulta clave para una óptima atención en salud.
Según una encuesta realizada en Estados Unidos, un 12,3% de ellos afirman haber ocultado (alguna vez) información a su médico (1). Sin embargo, hasta el momento ningún estudio había explorado en detalle qué información es la que se oculta, y cuáles son sus motivos.
Para responder estas interrogantes, Andrea Gurmankin Levy y colaboradores del departamento de Ciencias Sociales del Middlesex Community College (EE. UU.), realizaron dos encuestas en formato online: la primera a 2.011 participantes de 36 años promedio y la segunda a 2.499 participantes con una media de edad de 61 años (2).
Los resultados mostraron que un 81% de los individuos de la primera encuesta y un 61,4% de la segunda reconocieron haber omitido (al menos una vez) información de salud relevante a su médico. Un 45,7% y 34,4% admitió haber evitado expresar su desacuerdo con las recomendaciones dadas por el facultativo; un 31,8% y 24,3% reconocieron que no habían comprendido las recomendaciones del profesional; un 24,5% y 20,3% mintieron sobre sus hábitos alimenticios y un 22,2% y 21,6% entregaron datos falsos sobre la cantidad de deporte que practicaban. Sólo un 8,8% y un 22,5% de los participantes declararon sobre los medicamentos que ingerían.
En cuanto a las razones para ocultar información el estudio destaca: 1) no querer ser juzgados o regañados por el médico, 2) no querer enterarse cuán peligroso es su comportamiento, 3) sentir vergüenza, 4) evitar que el profesional piense que es un mal paciente y 5) no “hacer perder tiempo” al médico.
Según los autores de este artículo, el hecho que se oculten datos sobre la alimentación, estilo de vida, o si se está tomando (o no) medicamentos, tiene importantes consecuencias en la salud de la población, especialmente en el tratamiento de enfermos crónicos. Es, por lo tanto, fundamental que el médico cuente con información suficiente y fidedigna que le permita generar un diagnóstico y proponer una adecuada terapia.
El desafío, entonces, será realizar acciones que promuevan la confianza y la comunicación entre médicos y pacientes, de tal forma que estos últimos se sientan más cómodos y siempre expresen los antecedentes que pueden ser claves para mantener o restablecer su salud.
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Referencias:
1. I. T. Agaku, A. O. Adisa, O. A. Ayo-Yusuf, G. N. Connolly, Concern about security and privacy, and perceived control over collection and use of health information are related to withholding of health information from healthcare providers. J. Am. Med. Informatics Assoc. 21, 374–378 (2014).
2. A. G. Levy et al., Prevalence of and Factors Associated With Patient Nondisclosure of Medically Relevant Information to Clinicians. JAMA Netw. Open. 1, e185293 (2018).