Aunque la crisis sanitaria causada por el coronavirus pase, el sufrimiento no terminará - y como ya se constató en China durante el brote de SARS el año 2003- un número importante de individuos podría presentar algún problema de salud mental luego de superada la crisis sanitaria.
Este efecto, que será particularmente grave para trabajadores de la salud, sobrevivientes de la enfermedad, familiares que han perdido seres queridos y personas vulnerables a estresores biológicos o psicosociales, se traduce en un aumento de síntomas depresivos, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, abuso de sustancias, abuso infantil y violencia intrafamiliar, similar resultado generado por desastres naturales o guerras.
Sin embargo, emergencias como incendios forestales, inundaciones o terremotos suelen estar limitadas a un área específica y a un momento dado; las personas saben que pueden escapar, si quieren o si tienen la posibilidad de hacerlo. No es así en una pandemia, esta es “invisible”, lo que genera mayor ansiedad.
Medidas de contención tales como cuarentena, distanciamiento social y autoaislamiento, pueden también tener un impacto perjudicial en la salud mental. En particular, la soledad y la reducción de las interacciones sociales son factores de riesgo bien conocidos para varios trastornos, como la esquizofrenia y la depresión mayor. Las preocupaciones sobre la propia salud y la de los seres queridos sumadas a la incertidumbre sobre el futuro pueden causar o exacerbar el miedo, la depresión y la ansiedad, incluso aumentar afecciones más graves como crisis de pánico y trastornos obsesivo-compulsivos.
En cuanto a la práctica médica, en tiempos de pandemia puede darse que los problemas psiquiátricos se consideren menos importantes que los físicos. Sin embargo, el derecho de un paciente con algún trastorno del ánimo a ser tratado -aún durante el período de distanciamiento social- debe ser preservado, haciendo lo suficiente para brindarle atención y apoyo.
En cualquier caso, muchas de estas consecuencias psicosociales y de salud mental deberán ser abordadas por especialistas y profesionales de la salud en los próximos meses.
Esta pandemia se superará, pero sus efectos sobre la salud mental de la población en general, los profesionales de la salud y las personas más vulnerables se mantendrán durante mucho tiempo.
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Referencias:
Fiorillo A, Gorwood P (2020). The consequences of the COVID-19 pandemic on mental health and implications for clinical practice. European Psychiatry, 63(1), e32, 1–2. https://doi.org/10.1192/j.eurpsy.2020.35
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/daily-life-coping/managing-stress-anxiety.html
https://www.theatlantic.com/health/archive/2020/07/coronavirus-special-mental-health-disaster/613510/